por Oscar A. Cuartango
Tanto el “Encuentro por la Unidad / Desafíos en el fortalecimiento del campo popular” celebrado en la Universidad Metropolitana para el Estudio y Trabajo (U.M.E.T.) como la movilización gremial del 21F parecen haber actuado como disparadores de una serie de actividades direccionadas en el mismo sentido: transitar el camino por la unidad del peronismo.
Algunas de estas acciones fueron las reuniones entre dirigentes tales como el intendente de Resistencia, Jorge Capitanich; el gobernador de San Luis, Alberto Rodriguez Saa; la intendente de La Matanza, Verónica Magario; el presidente del bloque de Diputados Nacionales del Frente para la Victoria-P.J. Agustín Rossi; el gobernador de San Juan, Sergio Uñac y su antecesor y actual Presidente del P.J. Nacional y Diputado, José Luis Gioja; el Presidente del P.J. bonaerense e Intendente de Merlo, Gustavo Menéndez; el ex Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez; y el intendente de Navarro, Santiago Maggiotti; por nombrar solo algunos.
Como colofón de toda esta hiperactividad en distintos ámbitos, recientemente se generó la convocatoria al “Encuentro de la Militancia Peronista” convocado por Rodríguez Saá para el 16 y 17 de marzo en la localidad puntana de la Pedrera, bajo el slogan “Hay 2019”.
Coincidimos con la premisa “Hay 2019”. Creemos que es adecuada para generar una mística ganadora, pero para que efectivamente tome vigencia y no quede en lo meramente declamatorio, es necesario conjugar “la Unidad” que evite la dispersión de votos.
Dicha Unidad debe sostenerse con “propuestas” de gobierno concretas en áreas específicas para convencer a los díscolos e independientes de contar con una propuesta alternativa y no meramente “resistente”. Esto último es lo que a mi entender está faltando en la actualidad, pero contamos con que en la próxima reunión en San Luis se comience a transitar el camino para subsanar esa falencia.
A título meramente enunciativo -y en lo que hace a nuestra expertise en materia laboral, previsional y de empleo-, consideramos que las propuestas deberán direccionarse a preservar la industria nacional, en especial las Pymes, que son las grandes dadoras de empleo. A los mismos fines, se deberán implementar los recaudos necesarios para mantener y -de ser posible- mejorar el poder adquisitivo de jubilaciones, pensiones y salarios a efectos de mantener el nivel de consumo y fortalecer el mercado interno.
Asimismo se deberá impulsar la regularización del trabajo no registrado a través de la implementación de un blanqueo amplio que induzca a los empleadores a registrar a sus trabajadores irregulares. Dicho costo, claro está, no debe recaer sobre los trabajadores que se regularicen. Lo mismo corre para otras áreas como seguridad, infraestructura, transportes, educación, etc.
Es decir, debemos generar los consensos necesarios para que los trazos gruesos que se proyecten constituyan verdaderas políticas de Estado que estén más allá de los avatares electorales y que sean mantenidas cualquiera que sea a quien le toque gobernar.
Culmino esta columna transcribiendo un pensamiento del General José de San Martín -uno de los más importantes próceres latinoamericanos, merecidamente considerado por los argentinos como el “Padre de la Patria” y de quien el 25 de este mes se cumplió un nuevo aniversario de su natalicio en Yapeyú, Corrientes- que considero aplicable al tema en análisis: “Divididos seremos esclavos: Unidos estoy seguro que los batiremos; hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos nuestros resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra con honor“. Que así sea.